lunes, 4 de abril de 2016
El Desahucio
Vanesa salió del baño del instituto, su cara angustiada no tardó en levantar sospechas.
--- ¡Te pasa algo, tía, vaya cara que tienes¡¡---
---Me encuentro mal, creo que me voy a ir a casa.---
No quería contar nada , no sabía ni cómo hacerlo ,como explicar a sus padres ,que aquel test de embarazo ,había dado positivo .Cogió sus libros y aprovechando un hueco roto en la valla del patio huyó apresurada pensando que podría dejar atrás aquella pesadilla ,en su cabeza sólo dos ideas , una que ,quizás no sea seguro ,no puede serlo ,no puede ser verdad .Y la otra no puedo decírselo a mis padres ,tengo que abortar…
Aquella palabra helaba su alma , y el vértigo del embarazo la dejaba bloqueada a merced de cualquier pensamiento destructivo .Cuando apenas le insinuó a su chico que tenía una falta ,él cambió de tema como si nunca hubiera tenido nada con ella .Que sucia y vacía se sentía , sólo quería desaparecer , hacerse invisible.
¡Qué tonta, confiar en que todo lo que la había dicho lo sentía de verdad ¡.Y ahora se encontraba sola, asustada y confundida. Tenía la perspectiva, de alguna conocida que ante su mismo problema había abortado a escondidas de sus padres, aunque tarde o temprano llegaron a enterarse! Qué vergüenza sentía en su interior ¡qué frustración más insoportable ¡.Sin darse cuenta había caminado tan deprisa que no sabía muy bien donde se encontraba, encontró un lugar donde esconderse y sin pensarlo un instante se escurrió entre las paredes abiertas de una antigua tapia y se paralizó ante un olor penetrante a fresco y limpio. Se acomodo agotada en una hendidura tallada en el suelo, parecía hecha a su medida, cálido y confortable, dejó de sentirse desahuciada, perdida, sintió el calor del hogar en su cuerpo y más aun en su alma, un extraño sentimiento de niñez estremeció sus entrañas, instintivamente rodeo su vientre y por primera vez sintió ternura.Se encogió en postura fetal, como queriendo hacerse una, con su criatura.
Sintió como aquellas palabras no salían de ella, calmada y serena como hacía días no se sentía, miró a su alrededor, aquella cercana higuera también lucía sus brotes, que algún día darían sus frutos, manteniendo una de sus manos en su vientre alagó la otra acariciando aquel árbol, sintió ganas de llorar! tenia tanto miedo… ¡y sin embargo desde que había llegado allí tenia mas fuerzas que nunca. Cogió su móvil ,dispuesta a llamar a su madre , debía confiar en ella , ahora más que nunca la necesitaba ,ahora más que nunca aquel ser indefenso y desconocido , pero parte de ella ,la necesitaba también a ella .
Miró hacia el cielo, segura de que aquel extraño lugar era una pequeña puerta a lo divino. Y segura de ser escuchada dijo susurrando.
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