sábado, 8 de febrero de 2014

¡No a la indiferencia!

Este viernes hemos hablado de "la indiferencia". Una cosa nos tiene que distinguir a los cristianos, y es que  nos tienen que importar lo que sucede a nuestro alrededor. A veces, nos acostumbramos tanto a lo que sucede en nuestro entorno, que nos hace sentir indiferencia (parece que nada nos importa).  Hace que nuestro corazón se vuelva duro. Por eso vamos a vacunarnos contra ello y "vamos ser luz y sal" con  nuestros actos para que se vea reflejado el rostro de Jesús.

 

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