Te puedo ayudar.
María llegó caminando, tranquila ,en esta ocasión la
casualidad no tuvo nada que ver ,se había acercado consciente y emocionada
hasta aquel misterioso huerto que tanto la ayudó un maravilloso día de otoño
.Sin embargo nada más llegar se escondió apresuradamente tras la tapia ,dentro había visto moverse algo ,se asomó
sutilmente ,sorprendida por su espontáneo brote de valor , (en cualquier otro
tiempo hubiera huido despavorida ), posiblemente la paz que contagiaba aquel
lugar era suficiente para atenuar sus
miedos .Se asomó discreta y divisó escondido tras el tronco de la higuera un
liviano cuerpo,delatado por unos enormes ojos asustados,pensó----sin duda está
más asustado que yo—de inmediato su mente se apresuró,---puede ser peligroso,un
animal acorralado es capaz de cualquier cosa,claro que él no es un
animal,quizás pueda ayudarle . Se debatía entre sus miedos y sus
deseos,y María se armó de un valor que desconocía hasta entonces y decidió
entrar sin más preámbulos.Su mente la reprochaba----si tu marido y tus hijos
supieran ,sin duda se formaría la de
San Quintín ,¡¡estás loca ¡¡---y sí , María hacía ya algunos meses que se había
dado a la locura , la de ayudar a los demás. Entró ,y sintió como aquellos
ojos asustados se tornaron aterrados ,sintió pavor y pena en las mismas dosis
,se sentó en el diván y en tono calmado comenzó un improvisado dialogo,----Buenos
días ,no quiero asustarte,¿necesitas ayuda?----el dialogo no pasaba de
monólogo, y decidió seguir
intentándolo----si quieres marcharte ,yo puedo hacer como que no te he
visto,---el cuerpo pareció convencido y dispuesto a acogerse a la propuesta ,
María se sintió aliviada ,pero un nuevo impulso dominó su realidad.----aunque
si lo haces , puedes perder una ocasión única de cambiar tu vida-----no sabia
ni por que había dicho aquello ,pero
funcionó como remedio inmediato ,sus ojos se cruzaron furtivos y se
paralizaron presos de una extraña fuerza ,llena de paz y serenidad Unadi se apresuró a
explicarse.---no he hecho nada malo ,solo he dormido aquí ,ya me voy---- María contestó pausada ,tranquilo no es mi huerto ,soy tan intrusa como
tú ,solo quiero saber si tienes donde ir ,si puedo ayudarte¡¡En el fondo estoy
tan asustada como tú . ---El rostro de Unadi se relajó prudentemente ante María ,y se atrevió a
preguntar,---¿cómo podría ayudarme? . María contesto.----No se,¿ que sabes hacer?.-- ---El contestó velóz ,desde que había
llegado ,nadie se había preocupado nunca de saber su oficio ,ahogando en un
pozo de incertidumbre su futuro .En mi tierra trabajaba la madera artesanal,y
arreglaba todo tipo de muebles, pero puedo hacer cualquier cosa que me pida
,aprendo rápido. María volvió a interrogar-----¿tienes familia?--- Unadi tardó en responder
,ensimismado en el recuerdo de sus rostros,---Sí ,confirmó firme y seguro,era su
máximo tesoro ,su única propiedad su orgullo,y sacó pecho como un guerrero
valiente. María
ratificó---están lejos¡--- Unadi contestó bajando su
cabeza, No te preocupes
le dijo decidida ,voy a ayudarte,tengo una vieja casa de mis padres que ahora
está vacía ,no es gran cosa pero podemos poner un pequeño taller ,para que
empieces tu negocio. Unadi
se sintió aturdido por la velocidad que las palabras de María habían tomado,abría sus ojos estupefacto sin dar
crédito a lo que escuchaba y decidido interrumpió. ---Perdón yo no puedo pagar la casa.--- ¿Quién te ha pedido dinero,?,acaso ya no crees en ti¡ , no crees en la
fuerza del amor¡. Unadi no
entendía bien que significaba todo aquello ,incluso llegó a pensar que la pobre
estaba loca ,pero decidió jugar la baza que el destino le ofrecía,de pronto el
pequeño perrillo,apareció por la grieta del muro y ladró juguetón alrededor del
diván y de María. Es tuyo--- dijo María,---no ,contestó ---si quieres puedes llevarlo contigo,son la mejor
compañía. Unadi sonrió ,aquel diván y aquel perrillo ,habían sido ,escenario y
espectador del comienzo de su mejor
sueño....Miró el diván y recogió ordenado los cartones ,dejando
el lugar impoluto ,volveré se dijo susurrando ,tú me has regalado un sueño y lo
voy a vivir...
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