A todos nos gusta tener muchos amigos, y cuantos más mejor. Pero, ¿ sabemos realmente lo que significa la amistad?
Para tener un amigo hay que estar siempre dispuesto a aceptar a aquél que se acerca a ofrecernos su amistad. A los verdaderos amigos los elegimos, porque la amistad no se impone ni se compra, se regala. Queremos tener a alguien con quien confiar, con quien compartir nuestros buenos y malos momentos, que nos aconseje cuando hay que tomar decisiones. Igualmente nosotros tenemos q estar dispuestos a lo mismo. Alguien que nos quiera como somos, con nuestras virtudes y defectos, y que sea capaz de perdonarnos.
Por eso, el que sea capaz de hallar un amigo así, ha encontrado un tesoro muy valioso. Eso es lo que Jesús nos ha enseñado entregándose a nosotros. Ahora, ¿seremos nosotros capaces de seguir las enseñanzas de Jesús, para tener un amigo de verdad?
Busquemos en la Biblia las claves de la amistad.
Ecl 6, 5-17
Una voz suave aumenta los amigos,
unos labios amables, los saludos.
Sean muchos los que te saludan,
pero confidente, unos entre mil;
si quieres un amigo, hazlo con tiento,
no te fies enseguida de él;
porque hay amigos de un momento
que no duran en tiempo de peligro;
hay amigos que se vuelven enemigos
y te afrentan descubriendo tus riñas;
hay amigos que acompañan en la mesa
y no aparecen a la hora de la desgracia;
cuando te va bien, están contigo;
cuando te va mal, huyen de ti;
si te alcanza la desgracia, te dan la espalda
y se esconden de tu vista.
Apártate de tu enemigo
y sé cauto con tu amigo.
El amigo fiel es refugio seguro;
quien lo encuentra, encuentra un tesosro;
un amigo fiel no tiene precio
ni se puede pagar su valor;
un amigo fiel es un talismán:
quien respeta a Dios lo consigue;
su camarada será como él
y sus acciones como su título.
No hay comentarios:
Publicar un comentario