jueves, 21 de marzo de 2013

Ante quien se vuelve el rostro


Javier llegó agitado, descolgó su pesada mochila, y sostuvo cabizbajo su rostro avergonzado y confuso, ____¡Que más podía hacer¡, ¡que más debía aguantar¡, _______Desde que su mente alcanzara a recordar, siempre había sido la misma historia, las mismas burlas. Siempre intentando encontrar un espacio, un lugar seguro, un amigo, alguien, fuera quien fuera que no le hiciera sentirse un gusano. A nadie le caía bien, o mejor a nadie podía caerle bien, era como un leproso, como un estigmatizado, con un cartel en la frente que decía, ´ ¨cuidado quien le demuestre el más mínimo signo de afecto, será otro apestado¨¨. Y claro, así quien se atreve , el nuevo Cristo crucificado ante quien se vuelve el rostro.                                                                                                  Así paso de infantil  a primaria,  sus padres le cambiaron de colegio ___¿quizás en otro sitio? ___,Después pasó a secundaria, peor aun si cabía, se sentía culpable, por hacer sufrir a sus padres, a veces escuchó en su soledad alguna frase lapidaria, ¨´es que es muy pesado, es que no me extraña que le tenga  mania¨. Él llegaba a clase dispuesto a cambiarlo todo, dispuesto a encontrar su sitio... Pero su sitio ya estaba elegido, lo habían elegido por él , era el sitio de los marginados, los despreciados, un lugar vacío y solitario que jamas desearía para nadie.                                                                                                                                   Aquella mañana lluviosa la burla había sido demasiado cruel, lo habían arrastrado entre tres ¨compañeros ¨ al medio de la cancha y lo habían rebozado en el fango de barro y agua que se formaba asiduamente todos los inviernos , después la mayoría de sus compañeros lo habían escupido, mientras otros lo grababan entre insultos en sus móviles. Lo duro para Javier  fue levantar su cabeza y observar al profesor simular no ver nada, como si no pasara nada, como si Javier fuera un fantasma, o un ser invisible. Lo había deseado muchas veces, había pensado verdaderas locuras, pero no se rendía, él era un chico normal ,que tenia derecho a ser feliz, no podía dejarse llevar por su dolor, si había aguantado tanto era por que en el fondo tenia mas fuerza  que ellos.                                                                                                                                            Javier hundió la cabeza entre sus manos y lloró amargamente como un niño pequeño, rasgó su alma entre sollozos, sintió nauseas, quería arrancarse toda la impotencia que gobernaba su mente. De pronto tomó conciencia de donde estaba,¡ como había llegado hasta aquí¡, miró a su alrededor y se quedó admirado ante la frescura de aquella higuera, la lluvia hacia brillar sus hojas con diminutas gotas que parecían pequeños diamantes, bajo ella un curioso hueco en la tierra albergaba su cuerpo robusto y firme , se sintió feliz por un segundo, y dejó que la suave lluvia mojase rítmicamente toda su figura, quizás le limpiara de toda la vergüenza que llevaba acumulada, por unos instantes no le importó nada, el tiempo se detuvo, y soñó  como seria su vida, estaba decidido a estudiar hosteleria y restauración, le encantaban los fogones y en su casa,  acostumbrado a comer solo, había aprendido buenas recetas de los mejores cocineros ,se imaginaba su restaurante lleno, tendría para sus clientes todos los días su mejor sonrisa, las flores no faltarían adornando sus mesas, desde las cuales podrían  disfrutar de un cuidado huerto con una hermosa higuera... -----ja, ja, ja, ----se sorprendió a si mismo riendo-----¿me estaré volviendo loco ?-----se susurró entre risas, -----no quiero perder esta locura, algún día haré ese sueño realidad, ----se dijo seguro de si mismo .  Había dejado de llover, se sacudió enérgico ,se limpio todo lo que pudo y levantándose de su asiento lo miró y se dijo---algún día volveré diván y yo te contaré mi  secreto .

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